El.

...

-No me digas... ¿En serio?

-Ya ves, creo que después de todo esto he aprendido una lección, fijate por donde -nos reimos- Hay veces que la vida puede parecerte demasiado dura, no demasiado atractiva, parece que lo que sea que domine las cosas que pasan te tenga manía... Pero simplemente por cosas como esta, o por gente como el, merece la pena...

-¿Tu crees?

-Lo aseguro, deberías de haber visto la sonrisa que puse en ese momento...-sonrio al recordarlo- Lo mas increible, es que busqué por todos lados a alguien como el, conocí a gente pero nadie me convencía... Puede que parezca raro, pero ha sido él el que me ha encontrado, el que ha movido todas las piezas para estar donde estamos... Parece mentira pero gracias a el tengo esa sonrisa en la cara, gracias a el soy feliz... Porque nunca pasa lo que te esperas, nunca puedes hacer planes, simplemente nosotros fallamos al plan, y eso es lo mas bonito de la historia. Siempre, pasará lo inesperado, sorpresas, alegrías, penas, risas, piques, besos, sonrisas, lágrimas, caricias... De todo, menos planes.

DS22

¿Sabes como me siento ahora? Como una mierda. ¿Por qué? O mejor dicho, ¿Por quién? Por el. Por su culpa, y también por la mía.

Pero no, jamás llegarás a sentir lo que yo siento, o quizá si... ¿Quién sabe?

Si alguna vez te has pillado tanto por alguien como para que no te importe nada, si alguna vez te has pillado por alguien que esté detrás de una pantalla, si alguna vez te has pillado por alguien del que estás separado por 692 kilómetros, por un océano, por mucha gente, por muchas diferencias... Y a pesar de todo eso, habéis aguantado lo que habéis aguantado, entonces no tengo nada nuevo de que hablarte.

¿Pero sabes qué es lo peor de todo? Que has tenido peleas con el, que te hayas distanciado, que hayas aguantado tanto... y dejarlo por tan poco. Eso si que jode.

Pues si, eso me ha pasado.

692 kilómetros unidos por una pantalla, 692 kilómetros que te llegan al corazón, sueños con el, sonrisas tontas cuando se conecta, lágrimas, emoción, ganas de cogerte el primer avión hacia el, risas, llegar tarde a una quedada por estar hablando con el, quedarte esperándole hasta tarde, que te cuente su día, contarle el suyo, sus cabreos porque ha perdido el barça o el UD las Palmas o incluso esos pequeños piques, con sus salidas ingeniosas para sacarme una sonrisa.

Le echo de menos, y mucho.

Aunque quizá ya era demasiado no? Dos meses alimentándote de alguien detrás de una pantalla, quizá, y solo quizá sea demasiado.

Pero eso al corazón no le importa una mierda.

Si, Lare AMA a ese irlandés que vive en las Canarias... Aunque ya es tarde...

6.

-Hola... -le abrazo por detrás y sonrio, dulce, tierna, quizá triste.
-Hey enana -gira la cabeza para besarme, dulcemente, de esa manera que me vuelve loca.
Otra vez, en esa playa, en ese sitio, 3 meses... El ultimo dia, mañana a estas horas estaría en un vuelo a Los Ángeles sin que yo pudiese hacer nada para evitarlo... Y aguantar otros 9 meses sin el.
Le cojo de la mano, entrelazando nuestros dedos -Te quiero.
Dos palabras, suficientes, el ya sabia todo lo que querian decir...
Me coje del mentón, me gira y me besa, como nunca lo habia hecho nunca... De una forma un tanto electrica, intensa, pero a la vez muy suya, no sabría explicarlo...
-¿Puedes quedar esta noche?
-Pues no lo se... Mis padres andan por casa...
Me puso un dedo en la boca, callandome -Por favor...
En ese momento supe que haría lo que el me pidiera, siempre. Asentí mientras caia una lagrima por mi mejilla.
Me besó, susurrandome al oido que esta noche, en aquella playa de Rodiles donde nos habiamos conocido, a las 10 me quería ver allí.

Y en ese mismo momento estuve segura de lo que queria hacer, queria entregarme a el por encima de todo.

5.

Llegué a la playa. Dos meses habían pasado y solo faltaba uno para que nos separásemos... Se me hacía tan extraña la idea de estar sin el... No quería ni pensarlo...
- Fea! -me sonrió-
- Hola Derek... -le devolví la sonrisa-
- Tengo una sorpresa para ti...
- ¿Otra más?
- Esta te va a encantar... espero.
- Sorpréndeme...
- ¡ENANA!
- ¿Oli? -Llevaba sin hablarme desde el primer día, por lo cual me extrañó que en ese mismo momento estuviese viniendo en nuestra dirección-
- La he convencido para que no se lo tome tan a pecho...
- Te quiero Derek... Gracias en serio... -miré a Oli que acababa de llegar hasta nosotros- Lo siento... sabes que no lo sabía...
- No pasa nada... siempre te consideré de la familia... No pasa nada por que lo seas realmente...
- Gracias Oli, te he echado de menos...
- Créeme que yo también... -me dio un abrazo y me susurro al oído- eres la primera chica por la que veo que se pilla de verdad, como le hagas daño te crujo.
-Tranquila, que sería incapaz... -Nos separamos-
Cogí a Oli de la mano, Derek me abrazó y caminamos a darnos un baño.

Y ahora, si que podía sentirme completa. Ahora era feliz.

4

Al cabo de una semana, la cosa seguía igual... ya eramos novios oficialmente, aunque bueno, tampoco había nadie a quien anunciar... Aunque hoy venía mi mejor amiga de la playa, Oli, y por supuesto, le presentaría a Derek... Estábamos dando un paseo, como cada día, nos sentábamos en las rocas y nos poníamos a hablar de todo un poco.
- ¿Sabes? Hoy viene Oli...
- ¿Tan pronto? Espero que no nos robe mucho tiempo -me dijo a la vez que me sacaba la lengua-
- Que gracioso eres, feo -le di un pico- sabes que no pasará eso...
Me abrazó y hundí mi cara en su pecho.
- ¡Laaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar! -sonó a lo lejos- ¿Derek?
- ¡Oli! ¿Le conoces?
- ¿Olaya? ¿Qué haces aquí enana? ¿Tu no venías una semana mas tarde?
- Pues si, pero visto a tu negación por coger el coche un día y traerme, decidí venirme antes, bobo -me saludó con dos besos- ¿y tu que te traes con él, que bien abrazaditos que estabais ehh?
- Enana, cierra el pico...
- Oli...
- ¿si?
- Estoy con el...
- Ya veo ya...
- Me refiero... que le quiero... que estamos juntos...
- ¿QUE TU ESTAS SALIENDO CON MI HERMANO?
- ¿Sois hermanos? -me quedé boquiabierta-
- Si, si que lo somos...Y tú estás liada con mi hermano... Mira, dejalo... -se marchó sin decir nada mas-
- Joder... -apoyé la cabeza en su hombro-
- No te preocupes, se le irá la rabia en pocos días...
- De todos los chicos que hay, tenías que ser su hermano...
- ¿Te arrepientes?
- No, jamás podría hacerlo...
- ¿Te quiero vale? Pase lo que pase... Has convertido el verano que prometía ser una mierda en el mejor...
- Y yo a ti...
-Enana... -me besó como aquella primera vez, cogiéndome del mentón, con esa forma tan peculiar suya-

Y simplemente eso, bastó para hacer que olvidara todos los problemas.

3.

Volví a sentarme en aquel lugar del primer día, como hacía siempre desde que él apareció... Nunca venía a la misma hora, ni todos los días... No tenía planes, simplemente hacía lo que le apetecía, cuando le apetecía... Pasó un mes... uno de los tres que iba a pasar allí. Me ayudaba a escribir, me animaba cuando me sentía mal, y cada vez venía mas a verme, cosa que me encantaba, la verdad. Seguía escribiendo inmersa en mi historia, como cada día antes de que apareciese, cuando alguien me tapó los ojos con las manos. Era inconfundible, su olor, su tacto, la sensación que me provocaba estar cerca de el...
- ¡Hola chico sin nombre! -Me salió una sonrisa automática-
- ¿Quién? Yo si que tengo nombre -dijo con una vez forzada-
- ¿Ah si? Entonces debes de ser ese chico tan guapo que me encontré el otro día... como se llamaba...
Se puso de cuclillas detrás mio, sin dejarme ver aún y me susurró al oído.
-Pues si no me reconoces, casi mejor que hagamos un experimento, a ver si se te refresca la mente.
Un escalofrío me recorrió la espalda de arriba a abajo. ¿Un experimento? ¿A qué se refería con eso? Claro, que mi respuesta fue automática.
Me cogió la cara por el mentón, me giró sin dejar de taparme los ojos con la otra mano, y sucedió lo que llevaba tanto tiempo soñando. Un beso. Dulce, suave, eléctrico en parte, indescriptible.
-Y ahora, ¿me reconoces ya?
-Si, claro que si. -Le aparté la mano suavemente, para mirarle a los ojos- ¿Ves? lo que yo decía, el chico guapo del otro día...
-Muy graciosa estás hoy -me sacó la lengua-
Se sentó a mi lado.
-Hace tiempo que no leo tu historia...
-Eso, es porque ha cambiado mucho...
-¿Puedo?
-Esa no es la pregunta correcta... ¿quieres?
-Si, de ti no puede salir nada malo.
Lo leyó lentamente, sin prisa, pero sin pausa
-¿Tanto he cambiado tu vida?
- Ni te imaginas hasta que punto.
Se sentó de frente a mi, mirándome a los ojos mientras su mano me acariciaba la mejilla.
- Ven, quiero enseñarte algo.
Entrelazó sus dedos con los míos y me llevó a dar un paseo por la playa...
-¿Sabes? Es extraño todo esto...
-El qué?
- Desde hace un mes, no soy capaz de concentrarme en nada, algo a cambiado, algo, que ahora es todo.
- Espero que ese algo sea bueno...

- Ese algo, es la única persona que ha sido capaz de hacer todo esto. Ese algo, eres tu.

2.

Llegué, lentamente, caminando, sin prisas... Había mucho verano por delante para disfrutar. Estaba en la playa de Rodiles, en Asturias. Apenas una pequeña playa en medio de la nada, que a esas fechas solía estar vacía. Me senté en la arena fina, cogí el cuaderno de la mochila y me puse a continuar la historia que estaba escribiendo. Atardecía ya cuando un chico, pelo negro, alto, delgado y ojos negros también se me acercó por detrás.
-Pareces muy concentrada en esa historia... ¿qué escribes?
-Es una especie de biografía, solo que la cuento como si fuese otra persona, completamente desconocida- Le expliqué a la vez que le sonreí-
-Suena interesante- se sentó a mi lado- ¿puedo?
-Claro que si -le ofrecí el cuaderno con una sonrisa dibujada en la cara-
Tardó un rato en leerlo, puesto que llevaba varios días escribiendo.
-¿Esta es tu vida?
-Brevemente explicada, pero si, se podría definir como eso.
-Debe de haber sido difícil...
-Bastante, aunque una se acostumbra...
Sonó a lo lejos un coche, el ruido se iba haciendo cada vez mayor...
-Me tengo que ir, lo siento- Se disculpó con una sonrisa amable,mostrando sus dientes perfectos mientras se levantaba.
-Espera-le cogí de la mano en un acto reflejo- No me has dicho tu nombre... -Me sentía tan tonta al oírme a mi misma...
Sonrió, otra vez con esa sonrisa que me encantaba.

-¿De verdad te crees que eso es lo importante de nuestra historia?- y dicho esto, desapareció dentro del coche.

1.

- ¿Por qué me dices estas cosas?¿Por qué te tienes que ir? ¿Porqué ahora?
- Sabias que llegaría este día...
- Pero tan pronto...
- Lo siento Lare... Sabes que es lo único que te puedo decir en estos momentos.
- Yo también lo siento... y es lo único que puedo decir también... Pero para este día, nuestro último día, no creo que hagan falta palabras...

Dicho esto... le besé, le besé con una intensidad con la que no había besado nunca. Esa, era nuestra última noche antes de que el volviera a los Estados Unidos... Me moría de solo pensar que esa noche sería la última noche en la que oiría pronunciar mi nombre, o decir un "te quiero" con ese acento americano que tanto me gustaba, esa, sería la última noche en la que le besaría, le tendría en mis brazos, le abrazaría...

- Te quiero, Derek... Eso ya lo sabes...
- Y yo preciosa, y yo...
- No me olvides, por favor... no lo hagas...
- Ya podría esforzarme con todas mis fuerzas, pero has llegado aquí-se señaló el pecho- y ahí te quedas...

Le abracé, apoyé la cara en su pecho, y empecé a llorar en silencio. El me cogió el mentón, me giró la cara para cruzar nuestras miradas, y pude ver como una lágrima caía por su barbilla...


-I need the product of your fears, in the form of tears, it's the only way I can survive. It breaks my heart to see you cry, and baby, it's the only way I stay alive, green eyes, blue skies, natural disasters when she cries, green eyes, they're mine, It's only a matter of time.
Nuestra canción... La estaba cantando para mí, ese era nuestro momento... El y yo. Derek y Lare.
En ese momento le abracé, le besé, y fundimos nuestros cuerpos para despertar la mañana siguiente pensando que ese día no era EL día... que todo fue un mal momento, una pesadilla...

Y ella no sabía lo que perdía.
Ese,era el comienzo del final de su historia.

DS22♥

Son las 3 de la mañana. La tipica noche que no puedes dormir, y sabes perfectamente por qué.

Cierras los ojos, con la espalda en la pared.

Un mes... tanto y tan poco a la vez...

Todas esas cosas que te vuelven loca de el, los besos tan dulces, sus caricias, sus frases ingeniosas para lograr que no me pique... Es maravilloso.

Pero y por otra parte?

Cosas como que siempre se vaya sin despedirse, que ponga principales de todo tipo menos las que estas con el,que siempre lleguemos al mismo punto o que haya desconfiado de ti... Me sacan de quicio.

Te rodeas las piernas con los brazos.

Es todo tan confuso? Supongo que no se equivocan cuando te dicen que te emparanoias con todo cuando verdaderamente te gusta alguien, ¿o si?

Luego piensas en todo lo que habeis pasado

Las pequeñas discusiones, lo que has luchado y perdido por el... ¿Qué son todas tus paranoias en comparación con eso? Nada.

Pero te sigues sintiendo mal.

Sobretodo porque sabes que el te quiere, pero tu le amas. Eso duele.

Saber que en cualquier momento te puede dejar por cualquier bobada, mientras que tu... Tu en tu vida te olvidarás de el...

Pero ya es tarde, ya es tarde para que te arrepientas. Tu decidiste arriesgarte en esto, tu has salido ganando, o perdiendo, segun se mire.

Yo solo se, que ahora mismo, le amo.

Fly.

Y volar. Volar lejos. Hasta no ver el suelo. Hasta llegar más allá de donde todos hemos imaginado.
Volar para ser libres. Para hacer lo que queremos. Para no tener a nadie que nos controle. Volar para ser felices. Para gritar sin preocupaciones de que nadie nos oiga, para reír, para llorar, para llenarse de felicidad.Volar para perder todos los miedos. Volar.
¿Y de verdad pensábamos que el ser humano solo ha querido volar para ver el cielo? No. El cielo se puede ver todos los días, ya esté lleno de nubes, con un sol cegador con luna llena o estrellado.

Volar solo implica LIBERTAD.

Sara III

Al día siguiente. Instituto. Otra vez.
Camino al lado de Alana por los pasillos. Alana es mi mejor amiga, maja, guapa, que lleva con su novio 6 meses y es feliz. Qué envidia... ¡Ni se te ocurra pensar en Eric otra vez Sara! Imposible:
-Si, eso dicen... Pobre Sara, como se entere...-Susurros.
-No puede ser, dicen que ha vuelto, pero...¿por qué? ¿No había roto con ella?
- No sé... Ya sabes como era Eric...
Me paro en seco. Sara. Eric. Dos nombres en esa misma conversación... No puede ser. Decido preguntar.
-Perdona, ¿qué pasa? Me ha parecido escuchar mi nombre...
Duda en su cara.
-Bueno... Sí... -Mira a su compañera- No sé si te has enterado...
-¿De qué me tengo que enterar?- Miedo. Inestabilidad.
-Sara, Eric ha vuelto.
NO. Esas eran las palabras que llevo deseando oir tanto tiempo, pero ahora... Creía que lo tenía superado... No puede ser.
-Vamos, Sara... Aquí no.
Miro a Alana... Me mira con comprensión y la sigo hasta uno de los baños...
-No entiendo... ¿Por qué me hace esto?
-Es un cabrón...
-¿Sabes qué es lo que mas rabia me da? Que quiero verle, ver lo que ha cambiado de el...
-¿Estás segura?
-Qué remedio...
-Pues vamos...
-No, quiero ir yo sola, quiero ver lo fuerte que puedo llegar a ser... Por favor...
-Como quieras, pero al menos, no te vayas sola del todo -me abraza- llevate esto, anda -me sonríe y se va...
Suspiro hondo y comienzo a andar... Sé donde estará.

Sara II

Camino por la calle en silencio. Ya me he recuperado. O eso creo...En mi interior las imágenes pasan a toda velocidad... Ando sin sentido, hasta que sin llegar a darme cuenta, me encuentro en el parque donde nos conocimos, me siento debajo de ese arbol y recuerdo todos los momentos pasados allí, nuestro primer beso, cuando grabamos en ese arbol nuestras iniciales, ahora tachadas por otros mil nombres...Como yo. Yo fui tachada por el, eliminada de su vida. Para siempre. O al menos eso decía en ese maldito mensaje...
Octubre. Hace un año.
"Sara, adios."
"¿Cómo?"
"Hasta siempre, pronto encontrarás a otro para olvidarte de mi"
"Sabes que no será asi...¿Por qué?"
No hay respuesta.
Ni una maldita respuesta. ¿Qué hice mal, Eric?¿Qué?
Hoy. 5 de la tarde.
-Me abandonaste... Vete a la mierda, Eric, dejame ya... Dejame olvidarte de una vez...-susurro y vuelvo a casa.

Sara I

Lunes. Las 2 de la tarde. Llueve. Odio cuando llueve. Sobretodo hoy. No sé que me pasa,odio todo alrededor. Me apoyo en la ventana suavemente. Joder, ¿no te das cuenta de que no me importa nada el barroco? ¿De que no nos importa a ninguno? ¿Que haces entonces explicandonos todo eso a sabiendas de que lo que mas queremos ahora es salir corriendo por la puerta? Yo la primera. Aguanto esos 15 minutos mientras voy metiendo mis cosas en la mochila. Por fin, el esperado timbre. Salgo corriendo, sin esperar a nadie y llego hasta la puerta del colegio. Miro alrededor, nadie, cómo no, el nunca viene desde hace un año... Suspiro y me cae una lágrima que se mezcla con la lluvia. Da igual, tienes que dejar de pensar en el Sara, debes dejar de pensar en el.

Muevo la cabeza de lado a lado...
-No merece la pena...-susurro y me voy antes de que salgan los demás, no me gusta mostrarme asi de debil...

 

Or that's what they want us to believe.

"I believe that everything happens for a reason. People change so you can learn to let go. Things go wrong so you can appreciate them when they're right. You believe lies so you eventually learn to trust no one but yourself. And sometimes good things fall apart so better things can fall together."

 

La verdadera felicidad se basa en volver a ser niños y reirnos por todo.

And they say only a hero can save us.

Music.

Musica. Musica por todos lados. Aquí, allá. Música para algunos, ruido para otros. Y tocar, cantar, disfrutarla cada momento. Gustarte tanto para tener la sensación de tocarla con los dedos, de sentirla, de que los latidos de tu corazón se adaptan al ritmo de dicha cancion, de saborearla, de verla. De vivirla. Vivir por y para la música. Eso, es mi verdadera felicidad.

♥

-Lo siento, se te acabó el tiempo. Tarde. Demasiado tarde.
Salgo por la puerta. Sonrío. Me estás esperando con la moto. Me subo. Pongo las manos en tu cintura y apoyo mi cabeza en tu espalda. Le miro otra vez y arrancas. Y así nos perdemos.

Dos pequeños enamorados en una gran ciudad.

Egocentrismo

Yo. Yo puedo ser muy sincera y a la vez muy falsa. Yo puedo odiar a quien quiero, y querer al que odio. Yo soy difícil. Yo me esfuerzo por ocultar todos mis sentimientos, o eliminarlos. Yo no creo en la magia. Ni en la felicidad. Ni en el amor. Yo me canso fácilmente. Yo no me espero nada de nadie. Yo no confío en nada ni en nadie. Yo soy experta en joderla y hacer daño. Yo no quiero ser el centro del mundo, ni ser invisible. Yo no aguanto que me agobien, ni que me dejen de lado. Yo no quiero a nadie. Ya no. Yo me contradigo. Siempre. Yo soy un remolino de emociones. Yo adoro a lo desconocido y temo a lo conocido. No, no lo temo. Yo lo odio. Yo odio mostrarme débil. Yo odio que se sepa como hacerme daño. Yo no me rindo. Nunca. Yo aprendo de los errores. Y sobretodo: Yo te odio a ti. Yo te odio porque me conoces, porque sabes como hacerme daño, me haces sentir aquello que odio, eres exactamente lo contrario a mi, eres algo ya conocido. Pero a la vez, no me preguntes ni como ni por qué, yo te quiero.

Ahora que me conoces, ¿Me sigues queriendo?

Deberías habermelo dicho. Te pregunto por algún problema y me dices que no te pasa nada. Estabas raro. Niegas todo. Pasas de mi cuando te digo que te conozco lo suficientemente bien como para saber que me estás mintiendo. Ocho meses. Ocho meses y aún no tienes suficiente confianza para contarmelo. No insisto. Paso. 'Ya se le pasará' pienso. Hoy. ¿Qué te vas? ¿Como? ¿Por qué? Ni idea. Ya te has ido. No hay móvil. No hay messenger. No hay direcciones. Ya no queda nada. Prácticamente no volverás, dices. Y yo, ya harta de tener que aguantar que la gente me haga daño cuando y como le sale de los cojones.

Perdona si te llamo amor.

Noche de ventanas entreabiertas para recibir un atisbo de primavera. noche de colchas que protegen y recerdos que dejan dudas y un sabor un poco amargo en la boca. Da vueltas y mas vueltas. A veces, el pasado hace que las almohadas resultan incómodas. Pero ¿qué es el amor? ¿Existe alguna regla, una manera, una receta? ¿O es todo casual y sólo te queda esperar a ver si tienes suerte? Preguntas difíciles mientras el reloj con forma de tabla de surf colgado en la pared señala la medianoche. El. Raro aquel día. No, hermoso. Todavía me acuerdo. Septiembre. Brisa agradable y cielo azul oscuro de una noche apenas comenzada. El y los otros tocando en un concierto improbisado en una nave abandonada, escenario inventado mientras en una pared de carton piedra algunos grafiteros entablan una competición de dibujos y spray. Nosotras habíamos ido allí por casualidad, gracias al bocaboca habitual de la calle. Me gusta su estilo. Palabras de fuego para canciones funky que arañan el corazón. Y Olly venga a decir que está bueno de cojones. Y cada vez que lo dice, yo siento una extraña punzada de fastidio. Porque es guapo. Me doy cuenta. Y de vez en cuando nos miramos, y el me señala mientras canta. Emoción de dos que juegan a distancia, encima y debajo de un escenario improvisado, entre scratch y gente que hace popping y baila al ritmo rápido y explosivo que propone la música. y despues, sorpresa, vuelvo a encontrarmelo en el instituto, en otro grupo, y descubro que tenemos la misma edad, que me mira y me sonríe. Si, es realmente guapo. Comienzan a salir juntos despues de las clases para ir a dar una vuelta en el ciclomotor, a tomar un helado o una cerveza en los centros cívicos, asistir a los ensayos de algún grupo en un sótano. Hasta que todo nos lleva a besarnos entre los sonidos y colores de un sábado por la noche en un local. Luego el viaje continúa, y el beso se convierte en una noche solos aqui en casa; con mis padres en una de sus habituales cenas y mi hermano durmiendo en casa de Vanni. Una casa demasiado grande para un amor quizá demasiado pequeño. Él con una flor. Una sola, dice, porque al menos es especial, única, no perdida en un ramo, confundida con otras. Un beso. Uno solo no. Otro. Y otro más. Manos que se entrelazan, ojos que se buscan y encuentran espacios y panoramas nuevos. Esa vez. Momento único. Que desearías que no acabase. Que fuese el inicio de todo. Descubrirse vulnerables y frágiles, curiosos y dulces. Una explosión. Al día siguiente reúno a las Olas, se lo eplico todo y me sinto grande. Él que me busca, viene a recogerme y me dice: "Eres mía. No me dejarás nunca. Estamos demasiado bien juntos. Te amo." Y después: " ¿Dónde estabas? ¿Quién era ese? ¿Por qué no te quedas conmigo esta noche en vez de irte a la discoteca con tus amigas?" Y comprender que tal vez amar es otra cosa. Es sentirte ligeros y libres. Es saber que no pretendes apropiarte del corazón del otro, que no es tuyo, que no te toca por contrato. Debes merecerlo cada día. Y se lo dices. Se lo dices a él. Y eres consciente de que hay respuestas que quizá deben cambiarse. Es preciso partir para volver a encontrar el camino. El que me mira enfadado, de pie, ante el portal. Y dice que no, que me equivoco, que somos felices juntos. Me coge por un brazo, me lo aprieta con fuerza. Porque cuando alguien a quien quieres se te va, intentas detenerlo con las manos, y esperas poder atrapar así también su corazón. Pero no es así. El corazón tiene piernas que no ves. Y el se va diciendo: "Me las pagarás".El amor no es una deuda que saldar, no regala créditos, no acepta descuentos.

[Perdona si te llamo amor- Federico Moccia.]

Lara.

Ando por la calle. Enchufo el iPod, lo pongo en aleatorio, hasta estoy deprimida como para pulsar unos cuantos botones... Oh, ¡MIERDA! No, esa no, cambia ya. Joder, el bloqueo... ¿Cual era? Renuncio. ¿Qué mas da? No es una canción, es esa, es LA canción... Oh, dios. Dime que no. Miro mi reflejo en un escaparate. ¿Eso que cae por mi mejilla es una lágrima? Miro al cielo. No, está nublado, pero aun no llueve. ¡JODER! Vuelvo a casa. Por la calle recuerdo aquellas conversaciones, aquellas películas que me comentaba, aquellas fotos, aquellos ojos... Pero sobre todo, a ella. A esa chica sonriente antes de que lo jodiera todo. Abro el móvil. Dispuestos a recordar... Fotos. Avanzo rápido. Aquí están... Aquellos signs que la hacía, que nunca llegué a enseñárselos por falta de tiempo... Llego a casa. Abro la puerta y voy directamente a mi habitación. Me escurro por la pared. Rodeo mis piernas con los brazos. Susurro.

-Te echo de menos, Lara.

UNHAPPINESS

La felicidad, realmente, ¿Alguien conoce su significado? No, creo que no. De hecho, escribo esto basándome en mi experiencia personal, no de la felicidad, sino, mas bien, en todo lo contrario.
En mi opinión, la felicidad es aquella cosa inalcanzable que todos sueñan con tener sin conseguirlo, o, al menos, sin mantenerla durante mucho tiempo.
Luego, estamos nosotros, un pequeño grupo que algunos catalogan de pesimistas, deprimidos, raritos o simplemente nada. Nosotros, somos los que pensamos que la felicidad está sobrevalorada.

Desde que nacemos, nos invitan a pensar que la felicidad es algo fácil de conseguir y mas aún de mantener, ya sea a través de cuentos, películas, obras o mentiras.

Pero no, eso no es así...
La felicidad existe, claro está, no es otro de los estúpidos inventos del ser humano, pero la maquillan bastante... ¿Por qué? Ni idea, supongo que el ser humano es un tanto masoca...

La felicidad tiene dos caras:
Una, la que todos conocemos o nos imaginamos, la feliz, la que todo te da igual porque te sientes bien...
La otra, cuando algo lo estropea... No es raro que pase, puede ser el dinero, los padres, el amor, el tiempo, los amigos o simplemente un mal día. El caso es que se acaba. Y ahí empieza la otra cara, la mala, la difícil de pasar y aquella que, al haberla escondido tanto pilla por sorpresa.

Pongamos el ejemplo de una casa, formada por un piso, el sótano y la terraza. Bien, los que están en la terraza son los que aún no han entrado a la casa (la felicidad) pero se mueren de ganas por entrar... Los que están en el primer piso, son los que en ese momento son felices, pero el piso está lleno de agujeros por el que se cae la gente al sótano, la segunda cara de la felicidad, es difícil salir de ahí, no te imaginas cuanto... Pero una vez estás en la calle, fuera de esa casa, se acaba el dolor. Luego están los que se vuelven a subir a la terraza, en busca de una segunda oportunidad, allá ellos. Nosotros, ese pequeño grupo, somos aquellos que están en la calle.

Y una vez en la calle, volvemos al principio, creemos que está sobrevalorada.